lunes, 7 de mayo de 2007

Reinstalación sin perder datos

Si ya tenemos el disco de instalación de XP dentro del lector, arrancará el programa de instalación. Tendremos que pulsar una tecla cuando nos aparezca el mensaje: "Presione cualquier tecla para iniciar desde CD". El programa hará una inspección del hardware del equipo y tras unos minutos comenzará el programa de instalación propiamente dicho. Veremos un menú en el que se nos ofrecen varias opciones: 1.- Para instalar XP ahora, presione ENTER 2.- Para recuperar una instalación de XP usando consola de recuperación, presione la tecla R 3.- Para salir del programa SIN instalar XP, presione F3 Evidentemente elegiremos la primera opción. La segunda requiere tener instalada la consola de recuperación del sistema y un cierto conocimiento de informática para llevarla a cabo NOTA. Es frecuente confundir la ejecución de la consola de recuperación con la reparación del sistema, y encima, para clarificar las cosas Microsoft hace que en ambos casos la elección se haga pulsando la misma letra, la R, así que atentos en este punto. A continuación nos aparecerá el contrato de licencia de Windows XP, que deberemos aceptar con F8 y seguidamente otro menú con las siguientes opciones: 1.- Para reparar la instalación seleccionada de Windows XP, presione R 2.- Para continuar la instalación de una copia nueva de Windows XP, sin reparar, presione ESC Además se nos da una lista de las instalaciones de Windows existentes, a fin de elegir cual queremos reparar. Aquí es donde comienza a diferir el proceso normal de instalación de XP, (en el que elegiríamos la opción 2), de la reinstalación, en la que optamos por la 1. Es importante que prestemos atención a este paso: la instalación de XP siguiendo cualquiera de las opciones elegidas después de pulsar 2 llevaría irremediablemente a la pérdida de los datos que hubiera en la partición que eligiéramos, pues nos llevaría a una instalación con formateo incluido. Si aún así por error pulsamos 2, tranquilos, podremos volver atrás..., pero pulsar R. 3.- La instalación. La reinstalación de XP será guiada por el asistente y es similar a una instalación nueva, por lo que no debería haber problemas. Comenzará con la copia en el disco de los archivos necesarios para la instalación. Una vez terminado este paso el PC reiniciará automáticamente. Cuando lo haga, (y si no hemos extraído el CD de XP), tened en cuenta no pulsar una tecla al mensaje "Presione cualquier tecla para iniciar desde CD", a fin de que continúe la instalación en lugar de iniciarse de nuevo el programa de instalación. NOTA. Al reinstalarse Windows sobre sí mismo observaremos alguna diferencia con la instalación “limpia”. Una de ellas es que Windows intentará mantener los controladores de los dispositivos que tuviéramos previamente…, y no siempre los encontrará, por lo que es posible que tengamos algún mensaje del tipo: “No se encuentra el archivo…”, en este caso deberemos saber, (o intuir) a qué dispositivo pertenece ese archivo. A veces el nombre nos da una pista: “nv…”, corresponderá generalmente al controlador de nVidia, “ati…” al de una gráfica de Ati… En el caso de las tarjetas gráficas en muy común que los archivos del controlador se guarden en una carpeta que cuelga de “Archivos de Programa”, pero el programa de instalación no los encuentre, o directamente nos pida que introduzcamos el CD de instalación del dispositivo. En cualquier caso, pulsando el botón “Examinar” accederemos a un navegador desde donde podremos localizarlos manualmente. Posteriormente tendremos que escribir la clave del producto, elegir las opciones regionales y de idioma, (que serán las de la antigua instalación), y de pertenecer el PC a una red, podremos decidir en qué grupo de trabajo se va a incluir... 4.- ¿Ha funcionado todo bien? Nuestro sistema reinicia y vemos el familiar fondo de escritorio de XP, (curiosamente el tema por defecto se llama "Felicidad", ¿será una presagio?). Comprobamos ficheros, programas y configuraciones. Generalmente todo estará en su sitio, aunque es posible que la carpeta “Mis Documentos” de la antigua instalación se haya movido y ahora cuelgue de Documents and Settings junto con las carpetas creadas por la reparación. Ahora tenéis dos opciones, seguir trabajando con esta instalación de XP, o una vez a salvo los datos, formatear y aprovechar para realizar una instalación "limpia". Esta última sería mi opción. En el caso de optar seguir con la reinstalación que acabamos de hacer tenemos que tener en cuenta que posiblemente habremos perdido varios de los programas que tuviéramos instalados, así como algunos controladores de dispositivos, configuraciones de escritorio, cuentas de correo, actualizaciones de sistema etc., ya que la reparación puede haber "machacado" parte de los archivos de nuestro anterior Windows, así que tendremos que revisar que todo funcione correctamente.

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